Hoy la ciudad de Santiago enfrenta la primera Emergencia Ambiental desde 1999, y mientras las autoridades le echan la culpa a la falta de lluvia y aplican medidas restrictivas, no mencionan las verdaderas causas de este grave problema ambiental que nos afecta año tras año. Es necesario tomar medidas concretas para acabar con este problema, sin seguir esperando que la voluntad política se haga presente, hay mucho que podemos hacer para tomar la situación con nuestras propias manos.
El día de hoy el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, decretó la Emergencia Ambiental en la ciudad de Santiago, siendo la primera vez que se declara esta situación desde el año 1999, lo que ha significado un gran problema para la capital por las medidas que se han tomado para esta situación.
Restricción vehicular de 4 dígitos para vehículos con sello verde, de 8 dígitos para vehículos sin convertidor catalítico -que provoca la sobrecarga de un transporte público que no está preparado para recibir a tanta gente- además de la prohibición de usar chimeneas a leña, paralización de las industrias, uso de vías exclusivas y la sugerencia de no hacer clases de educación física en los colegios.
Todas estas medidas solo restringen el normal funcionamiento de la ciudad y no dejan en claro cuáles son las verdaderas causas y el real problema que enfrenta la ciudad de Santiago, la expansión de la ciudad y la ambición inmobiliaria. Es que el mismo intendente le echa la culpa a la mala ventilación de la cuenca de Santiago y a la falta de precipitaciones, mientras que el ambiente se sigue llenando de Material Particulado y Smog que afectan la salud de la población capitalina, sin existir medidas reales que ayuden a descontaminar y que acaben con este problema.
¿Qué es el Material Particulado y como nos afecta?
A grandes rasgos, el Material Particulado (MP o PM en inglés) son partículas sólidas o líquidas suspendidas en el aire y que sus dimensiones son tales que pueden ser fácilmente respiradas, afectando nuestra salud.
El MP se puede dividir en 2 grandes grupos, el MP10 y el MP2,5. Estos números corresponden a medidas de diámetro aerodinámico, el MP se mide en Micrometros (µm), 1 µm corresponde a la milésima parte de un milímetro. Por lo tanto el MP10 corresponde a partículas iguales o inferiores a 10 µm, mientras que el MP2,5, las más pequeñas, son partículas inferiores a 2,5 µm.
Sin embargo el tamaño no es la única diferencia entre estas partículas, sino también su origen. Si bien el MP10 pueden ser partículas naturales como el polen, es importante destacar que el MP2,5 son partículas casi en su totalidad emitidas por el ser humano, como el polvo en suspensión, hollín, cenizas, cemento, etc.
Si bien se puede pensar que estas partículas son demasiado pequeñas para causar un daño a la salud, en grandes concentraciones y larga exposición en el tiempo, causa evidente daño en el sistema respiratorio con enfermedades como la Bronquitis. Algo que se puede comprobar año tras año cuando en esta época se llenan los consultorios con niñas, niños y adultos mayores afectados por el smog.
La Situación Actual
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el peak de Material Particulado Respirable es de 20 microgramos por metro cuadrado (µg∕m3), es decir, cuando supera esa medida comienza a ser dañino para la salud.
El promedio anual de la ciudad de Santiago es de 27 µg∕m3 de MP2,5, vale decir, en promedio la gran parte del año estamos respirando aire contaminado que daña nuestro organismo. El día de hoy Santiago llegó a los 171 µg∕m3 de MP 2,5 muy por sobre la medida recomendada.
La Florida por su parte tiene niveles de 96.3 µg∕m3 MP2,5 y 159.5 µg∕m3 de MP10, el día de hoy. (Fuente: SINCA)
¿Pero cuando se declara una Emergencia Ambiental?
En Chile las normas sobrepasan gravemente lo establecido por la OMS ya que recién al llegar a los 80 µg∕m3 de MP2,5 se declara Alerta Ambiental, sobre los 110 µg∕m3 de MP2,5 se declara Premergencia Ambiental, y sobre los 170 µg∕m3 de MP2,5 se declara Emergencia Ambiental.
¿Y de donde provienen todas esas emisiones?
Si bien se pensaría que son las grandes industrias las que provocan esta gran contaminación, en la cuenca de Santiago no son el mayor de los emisores. Según un reportaje del Diario La Tercera del año 2014, las principales emisiones de MP2,5 provienen del transporte y de las casas y edificios, emanando en conjunto más de 3000 toneladas de Material Particulado al año.
La Verdad de la Contaminación en Santiago
El transporte en Santiago se compone en su gran mayoría de vehículos a combustión, que usan combustibles fósiles que como todos saben, emiten grandes cantidades de CO2 y otros contaminantes al ambiente. Por otra parte, la gran mayoría de los hogares de Santiago usan algún tipo de calefacción contaminante como estufas a parafina, calefactores o leña, esta última cada vez más usada pese a las normativas que las prohíben.
En consecuencia tenemos múltiples vías de contaminación desde las viviendas y el transporte, ahora multipliquemos eso por millones. No tardaremos en entender que mientras más grande una ciudad, más contaminada estará si estos parámetros continúan.
En 1997 se crea el Plan de Descontaminación de Santiago, en este plan se habían establecido varias medidas que ayudarían a la descontaminación de la cuenca –y que a la fecha ninguna se ha cumplido- entre ellas: la relocalización de las industrias, un mejoramiento del transporte público y lo más importante, se había decretado frenar el crecimiento horizontal de la ciudad de Santiago. Sin embargo a los pocos meses se revirtió esta norma. Peor aún en el año 2014 se amplió nuevamente el Limite Urbano de Santiago y existe una política económica muy fuerte que potencia la depredación inmobiliaria. Santiago se está expandiendo desmedidamente en sectores donde no debería. Con el crecimiento de la ciudad, más y más viviendas se construyen, más y más edificios, y por supuesto, crece mucho más el parque automotriz, con todos los contaminantes relacionados ya mencionados.
En el año 2007 se implementa el Transantiago y lejos de ser una solución para el transporte público, fue una verdadera pesadilla ya que el parque automotriz aumentó un tercio desde su implementación, existiendo más autos particulares y más congestión vehicular y mientras crece la ciudad, los recorridos se hacen cada vez más largos, aumentando el problema.
¿Y qué solución propone el gobierno para la congestión vehicular?
Claramente no construir más ciclovias funcionales, sino crear cientos de kilómetros de nuevas autopistas urbanas, como la que promete cortar la Comuna de La Florida en dos. Cabe decir que está comprobado que más autopistas significa aún más aumento del parque automotriz, convirtiéndose nuevamente en un problema.
Además se eliminan las áreas naturales que debiesen contrarrestar la contaminación. Es el caso del Bosque Panul, último pulmón nativo de Santiago, presente en La Florida, y que la empresa inmobiliaria Gesterra quiere convertir en mega condominios, amparados por el mismo intendente Claudio Orrego y el Alcalde Rodolfo Carter.
¿Y las áreas verdes?
Ya conocemos el caso de La Florida, en que el ya mencionado Alcalde Carter mandó a talar miles de Árboles Nativos para reemplazarlos por Palmeras y otros árboles que botan sus hojas en otoño y que no entregan el oxígeno que necesitamos. Sin embargo este no es un caso aislado de La Florida, en todo Chile los árboles urbanos se ven afectados por las Podas Municipales que los mutilan y los dejan sin hojas que puedan hacer fotosíntesis y absorber CO2.
Mientras más crece la ambición por tierras, más terrenos que podrían ser Áreas Verdes y grandes parques, son comprados para construir edificios y condominios. Mientras que las plazas y parques existentes, carecen de las características y especies necesarias para ser un aporte al medio ambiente y no solo un despilfarro de agua y dinero.
La Solución, como siempre, en nuestras manos
Con todo esto nos damos cuenta, una vez más, que no podemos esperar que las autoridades se hagan cargo del problema de la contaminación, ya que sus propuestas son restrictivas, ineficientes y no atacan la raíz del problema. Y claro que no la atacarán pues es el sustento de un plan maestro que contempla convertir Santiago en una mega metrópolis de aquí al 2025, a costa de la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas que habitamos esta ciudad. Aumentando aún más el centralismo de nuestro país, invirtiendo millones en planes que no nos traen ningún beneficio.
¿Y qué podemos hacer?
Primero que todo, dejar de esperar y comenzar a exigir. Las autoridades están en sus puestos para actuar para nosotros y no para los grandes grupos económicos. Sin embargo, la falta de voluntad política es evidente y hay mucho que podemos hacer nosotros mismos.
Debemos organizarnos, conocer a nuestr@s vecin@s y decidir tod@s junt@s cuál es el barrio que queremos vivir, cuál es la calidad de vida que queremos tener y cuál es el aire que queremos respirar.
Toma el control de tus parques y plazas, junto a tus vecin@s planten árboles y arbustos nativos que ayuden a recrear el ecosistema original de nuestra tierra y ayuda a que el planeta genere el equilibrio necesario.
Comparte tu auto o usa más la bicicleta, da el ejemplo a los demás, cuenta tu experiencia y motiva a tus pares a hacer lo mismo.
Pero lo más importante, infórmate e informa a l@s demás. Comparte tus conocimientos y experiencias y aprende la de tus vecin@s. Solo generando comunidad tendremos el poder suficiente para cambiar nuestra realidad, en conjunto y sin necesidad que vengan de arriba a decirte que no puedes vivir en un ambiente limpio.
Recuerda que “Vivir en un ambiente limpio” es un Derecho Constitucional que el Estado está quebrantando, y debemos hacerlo valer.